«Si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro».
«Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres».
«No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo».
«Si uno se deja domesticar, corre el riesgo de llorar un poco»
«Y cuando te hayas consolado (siempre se encuentra consuelo) estarás contento de haberme conocido».